Desde que el hombre empezó a fabricar máquinas o dispositivos
para ser utilizados en la realización de algún trabajo, la idea de diseñar artilugios que los hicieran funcionar sin la necesidad de la fuerza muscular
humana o de los animales fue muy atractiva. Desde entonces, la historia de la ciencia y del desarrollo tecnológico están plagados de infinidad de intentos de
creación de móviles perpetuos: máquinas
capaces de funcionar eternamente sólo a partir de un impulso inicial, produciendo
un movimiento continuo en el tiempo sin necesidad de aporte de energía externa
adicional. La cuestión no es menor, pues si se consiguiese construir este
tipo de máquinas, se pondría fin al grave problema energético al que nos enfrentamos. Máquinas funcionando sin consumo energético: coches sin combustible,
electricidad gratis… ¿te imaginas la increíble revolución que supondría este
hecho?.
Seguro que has visto por internet alguna teoría sobre como
las grandes multinacionales de la energía, petroleras y compañías eléctricas,
compran, tapan la boca o incluso hacen desaparecer misteriosamente a grandes
“científicos altruistas” que han diseñado máquinas de movimiento perpetuo o de
producción de energía “gratis”. Pues va a ser que no. Por muy “malvadas” que
puedan ser estas compañías no necesitan hacer nada de esto. Y no lo necesitan
por una sencilla razón: el móvil
perpetuo es físicamente imposible.
En esta entrada explicaremos los distintos tipos de móviles
perpetuos que a lo largo de la historia se
han afanado en construir y mostraremos como las leyes de la naturaleza nos
indican la absoluta imposibilidad de que tal quimera pueda hacerse realidad.
Vamos allá.